La próxima evolución

Los peces dejaron de nadar en los mares y todo el mundo decía que salían de él para encontrar oxígeno limpio” pero de lo que no se daban cuenta era que fuera también estaba contaminado o mejor dicho, lo contaminamos nosotros. Los árboles dejaron de crecer sanos y ya no renovaban el oxígeno como deberían. Los animales abandonaban sus hábitats naturales para venirse a las ciudades en busca de “refugio” pero solo encontraron la muerte.
La propia humanidad hizo que fuese desapareciendo poco a poco, con pequeños cambios que juntos, serían un cambio enorme e irreversible. En vez de centrarnos en parar o revertir el problema nos enfocamos en cómo poder afrontarlo. Las grandes potencias se pusieron manos a la obra a desarrollar objetos para hacer “una nueva vida” y ya de paso, sacar a la gente hasta el último céntimo que tenía. Inventos como los purificadores de agua y aire comenzaron a aparecer al poco tiempo, pero no eran asequibles para todo el mundo. 
Los efectos de este “apocalipsis” son diferentes según las razas, algunas ya se han extinguido, otras están en proceso y muy pocas se han adaptado a todos los cambios.
La vida ha cambiado mucho para todos. Hay distintas organizaciones, divididas en poblados que son las que se encargan de los suministros. La tierra se ha vuelto infértil,así que el gobierno se ha encargado de desarrollar una tierra artificial para poder desarrollar cultivos y poder alimentarnos de algo, puesto que los animales ya no nos abastecen. Tenemos electricidad gracias a unos generadores, pero están también controlados por el gobierno. Tan solo podemos utilizarlos durante 3 horas por la mañana y 3 horas por la noche, al igual que los suministros de agua que está almacenada en un gran tanque con filtros y compuertas que sólo se abren en ciertos momentos del día. 
Nosotros podemos decir que tenemos suerte porque podemos tener acceso a estos recursos, cosa que la mayoría del país no. No se sabe lo que ha pasado con todas esas personas que no han podido pagar para vivir dentro de estos “refugios”. Algunos dicen que han evolucionado como ciertos animales, otros dicen que han huido y otros que simplemente han muerto aunque en cierta forma nosotros también lo estamos.
No tenemos libertad ninguna, estamos controlados en todo momento y eso ya ha empezado a hacer mella en todos. La gente ha hecho reyertas y algunos incluso han intentado escapar pero no lo han logrado. Lo normal sería pensar que a pesar de que nos controlan, dejasen que pudiésemos irnos a otro lugar pero no es así. Una vez hubo un grupo de cinco personas que decidieron dar el gran salto e intentar escapar y lo hicieron, pero al día siguiente les estaban fusilando en la plaza. Una gran forma de demostrarnos que ellos tienen el poder y que nos dominan, pero Sam y yo no nos dejamos amedrentar, tenemos algo tan gordo entre manos que no se lo hemos contado a nadie, aunque nunca hemos tenido a nadie más que nosotros mismos. Siempre hemos estado juntos desde pequeños, nuestros padres eran mejores amigos y obviamente, sus hijos también tenían que serlo. Antes de que comenzase todo esto del apocalipsis, decidimos dar un paso más allá en nuestra relación y llevamos siendo pareja desde entonces. No sé quién protege más a quién pero ambos nos complementamos muy bien, él tiene la fuerza bruta y yo la maña.
Cae la noche y nos ponemos manos a la obra con nuestro plan. Esperamos hasta que ponen en marcha los generadores y yo los saboteo. Sam vigila que nadie me interrumpa hasta que se oye una gran explosión. He conseguido que los motores se sobrecarguen.
—¡Energía ilimitada para todos!
Los guardias no tardan en venir, pero para entonces nosotros ya estamos corriendo por el bosque. Sam me cubre las espaldas y no paramos de correr. Ambos recordamos el camino, pero eso era cuando éramos pequeños, ahora las cosas han cambiado demasiado y no tardamos mucho tiempo en perdernos.
—No hables muy alto, pueden oírnos con los detectores de sonido —dice Sam preocupado.
—Juraría que era por aquí, pero no me acuerdo.
Oigo un disparo y primero miro a Sam, que tiene los ojos abiertos como platos. Entonces noto un pinchazo en el estómago, lo toco con mis manos y una sustancia pegajosa las recubre.
—Huye, escapa tú.
—Sabes que no puedo hacerte esto. Ni en los peores momentos nos hemos separado. No puedo hacerte esto.
—O te vas pitando de aquí o te matarán a ti también, Sam, y entonces ya no nos quedará nada por lo que luchar. Vuelve al refugio, buscaré la forma de librarme de ellos y nos encontraremos.
El tiempo se ralentizame da un beso en la frente y se va corriendo. Mientras, pienso que este ha sido el último beso suyo que he recibido y un guardia se abalanza sobe mí.
***
Ya hace más de un mes que atraparon a Lena y no la he visto. Sé por algunos rumores que la capturaron viva, pero aún no han hecho ningún comunicado especial, cosa que me tranquiliza pero me inquieta a la vez.
¡Atención por favor, se ruega a todos los habitantes que vayan a la plaza central!
Antes de que terminen de anunciar el mensaje ya estoy saliendo por la puerta de casa. Cuando llego ya hay bastante gente en corrillo pero consigo ponerme en primera fila. Minutos más tarde sale un guardia arrastrando una gran cosa metálica. De todos sus lados cuelga una sábana pero eso no impide que se escuchen unos gritos agónicos.
—Llevamos mucho tiempo planeando esto y por fin tenemos unos resultados medianamente decentes. Os presentamos la evolución de la raza humana, el proyecto L.
El guardia quita la sábana y ahogo un grito. Lena está en la celda, pero no es ella. Sus ojos son completamente negros, ha desarrollado mucho músculo y está a cuatro patas, como un perro.

Comentarios

  1. Muy bien escrito, como sigamos asi se cumple.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Siul,
      Gracias por tu comentario. Sí, la idea era mostrar un futuro posible para crear un poco de conciencia.
      Un saludo,
      Teresa

      Eliminar
  2. Espero que nuestro mundo no tenga que llegar a eso... Y guau, no me esperaba para nada el final. ¿No has pensado en continuar con la historia?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Óscar,
      No quiero desvelar mucho por aquí pero sí, esta historia no se va a quedar así. Me alegro de que te haya gustado el final, aunque sólo sea el comiendo jejejejeje
      Un abrazo,
      Teresa

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Una niña grande

Convocatoria: «Muchas patas»

Dionisio